Versión estenográfica de las palabras del subsecretario de Competitividad y Normatividad de la secretaría de Economía, José Antonio Torre, durante la firma de los lineamientos para regulaciones sobre nanotecnologías para impulsar la competitividad y proteger al medio ambiente, la salud y la seguridad de los consumidores.
México, D.F., a 26 de noviembre de 2012
Muy buenas tardes a todos.
En primer lugar, quiero expresar mi profundo reconocimiento al grupo de trabajo de nanotecnologías que dio vida a los lineamientos que se presentan el día de hoy.
En nombre del Secretario Bruno Ferrari agradezco el esfuerzo y dedicación de todos los especialistas que trabajaron responsablemente en este esfuerzo.
Agradezco a los funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, de SAGARPA y SENASICA, del Instituto Nacional de Ecología. Investigadores y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Politécnico Nacional, de la Red Temática de Nanociencias y Nanotecnología del CONACYT, y del Centro de Investigación en Materiales Avanzados.
Un particular agradecimiento a los participantes del CENAM y de la propia Secretaría de Economía, por su esfuerzo y compromiso para coordinar y llevar a buen término la elaboración de estos Lineamientos, el cual representa una primera semilla de una política pública sobre nanotecnologías, la cual confiamos germinará en grandes beneficios para nuestro país.
La regulación es necesaria para el funcionamiento eficaz de las naciones. Ésta protege los derechos y la seguridad de los ciudadanos, establece las condiciones de desarrollo de los mercados y asegura la entrega de servicios y productos públicos de calidad.
Sin embargo, la regulación también implica obligaciones que en algunos casos implica costos innecesarios para su cumplimiento:
Los ciudadanos y empresas deben invertir tiempo y recursos en el “papeleo” que requieren “los trámites”.
Muchas veces enfrentan regulación de mala calidad de la misma y aplicada con discrecionalidad.
Asimismo, la mala regulación genera oportunidades de corrupción, en la que todos participan.
De esta manera, mantener una política de mejora regulatoria es fundamental para impulsar la productividad y el crecimiento económico de los países.
México ha reconocido este reto y por ello durante los últimos años ha implementado una estrategia de gran escala para mejorar la calidad de las regulaciones del país.
Uno de los logros más destacados de esta estrategia ha sido la implementación de la estrategia de simplificación regulatoria “Base Cero”, la cual al cierre del primer semestre de 2012 ha logrado eliminar 2,791 trámites y 16,412 normas internas, lo cual equivale al 39.6% y 46.1% de los trámites y normas internas identificadas originalmente en los registros federales, respectivamente.
Adicionalmente, como parte de esta estrategia “Base Cero”, en 2010 se implementaron las “12 Medidas de Simplificación Administrativa” enfocadas a procesos regulatorios de alto impacto dentro de la Administración Pública Federal, los cuales incluyen acuerdos de equivalencia para normas de productos electrónicos y dispositivos médicos.
Adicionalmente, se desarrollo e implementó el Programas de Mejora Regulatoria (PMR 2011-2012) en todas las dependencias de la Administración Pública Federal. El desarrollo e implementación de estos programas fue realizado por COFEMER en colaboración con la OCDE utilizando la metodología del ciclo de gobernanza regulatoria. Se espera que al cierre del presente año esta iniciativa genere ahorros equivalentes a más de 1% del PIB.
Como parte de estos esfuerzos y con el objetivo profundizar, facilitar y promover el comercio y la inversión con nuestro principal socio comercial, los presidentes Calderón y Obama instruyeron la creación del Consejo de Cooperación Regulatoria (CCR) México – Estados Unidos. Este mecanismo es muy relevante ya que impulsa los esfuerzos de mejora regulatoria de nuestro país a nivel internacional.
Bajo este mecanismo de cooperación creo el grupo de trabajo de regulación sobre nanotecnologías, que ha producido los lineamientos hoy firmados.
Los lineamientos son un documento de gran relevancia que representa un paso sólido hacia el reconocimiento del potencial que tienen las nanotecnologías para que nuestro país migre de una economía basada en eficiencia de sus factores de producción a una economía basada en la innovación.
A grandes rasgos, se podría decir que el momento que están experimentando las nanotecnologías el día de hoy es una suerte de revolución industrial, similar a la provocada por el desarrollo de los semiconductores en la década de los 60’s.
En los próximos años, se espera que esta industria crezca de manera exponencial. Por ejemplo, algunos estimados sugieren que el mercado global de nanotecnologías está pasando de 30 mil millones de dólares[1] en 2005 a 3.1 billones de dólares[2] para 2015, en un escenario optimista. Esto es, el tamaño del sector se multiplicaría por un factor de 100.
Por ello es muy importante que México participe de forma activa en el desarrollo de esta industria, ya que es un elemento clave para mantener la competitividad del país a nivel internacional. Esto es particularmente relevante si consideramos que el valor de los productos y servicios con base en nanotecnología tiene su principal componente en la aplicación de conocimiento científico en el proceso de diseño.
Actualmente México cuenta con alrededor de 60 instituciones públicas y privadas cuyos resultados en nanociencias y nanotecnologías son reconocidos como de clase mundial. Representantes de algunas de estas instituciones nos acompañan el día de hoy y formaron parte del grupo de trabajo que generó los lineamientos.
En apoyo a este esfuerzo, hoy damos un paso firme al establecer los principios para incorporar las nanotecnologías a nuestro marco regulatorio, de manera armonizada con nuestros principales socios comerciales y en consonancia con los instrumentos de planeación central de las futuras administraciones.
La gran aportación del grupo de trabajo que ha producido estos lineamientos es facilitar que nuestro país alcance su potencial de innovación de esta industria, y a la vez garantizar la protección ante riesgos a la salud humana, al medio ambiente y los consumidores. Enhorabuena.
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