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Versión estenográfica de las palabras del secretario de Economía, Bruno Ferrari, durante la Presentación del libro: “Reflexiones sobre la Política Comercial Internacional de México 2006-2012.

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Versión estenográfica de las palabras del secretario de Economía, Bruno Ferrari, durante la Presentación del libro: “Reflexiones sobre la Política Comercial Internacional de México 2006-2012.

 

 

México, D.F., 06 de noviembre de 2012.

 

 

Licenciada Beatriz Leycegui Gardoqui, Coordinadora del libro “Reflexiones sobre la Política Comercial Internacional de México, 2006-2012”.

Licenciado Eduardo Solís Sánchez, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, AMIA.

Doctor Jaime Zabludovsky, que tanto conoce de estos temas, presidente ejecutivo de ConMéxico.

Doctor Francisco de Rosenzweig Mendialdua, Subsecretario de Comercio Exterior.

Colaboradores de la Secretaría de Economía y Sector Coordinado.

Amigas y amigos:

Me da realmente mucho gusto, incluso mucho orgullo estar aquí con todos ustedes, con la finalidad de presentar el libro “Reflexiones sobre la Política Comercial Internacional de México, 2006-2012”, esta obra, como ya lo mencionó Beatriz, sin duda alguna se va a convertir en un verdadero mapa intergeneracional para entender el desarrollo de la política comercial de nuestro país.

 

Hace más de 25 años, nuestro país inició una transformación económica sin parangón que requirió reformas estructurales profundas. Como parte de este proceso, México suscribió acuerdos comerciales trascendentales, delineó de hecho su futuro, entre los que destaca nuestra adhesión al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio en 1986 y la importante entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994.

Mira, también estoy viendo a Pepe, que está humildemente sentado en la última fila, me da mucho gusto que estés aquí también Pepe, nada más faltaba que no estuvieras, ya estaba yo cuestionándome aquí por qué no estabas ¿eh?

Estos, fueron dos sucesos determinantes que sembraron la semilla para que nuestro país abriera sus fronteras e iniciara una franca integración a la economía mundial.

Conscientes de esos primeros pasos y decididos a cimentar la política comercial como uno de los ejes del desarrollo nacional, recogimos esa experiencia en el Plan Nacional de Desarrollo y en el Programa Sectorial del señor Presidente Felipe Calderón, para la secretaría de Economía en el 2007-2012.

El objetivo fue encauzar esa transformación y establecer en la política comercial una estrategia orientada a incrementar la competitividad del país y a generar más y mejores oportunidades laborales para los mexicanos.

Imagínense, pues esto suena así, como parte de un discurso, pero la verdad de las cosas es que cuando empezamos en esto lo primero que llegó fue una carta de todas las organizaciones cupulares de todas las cámaras, en la que solicitaba que no se firmara un solo acuerdo más en este país. Y ese fue el entorno en donde empezamos a trabajar por hacer crecer el comercio de México.

Fue particularmente difícil. Desde luego Beatriz fue testimonio de todo eso, y México no podía desconocer su circunstancia en el comercio internacional, es tanto como estar jugando ajedrez y empezar a ver que sólo juega un lado, empezar a ver que perdemos nosotros las enormes posibilidades que hay para el comercio de nuestro país.

El comercio internacional incide prácticamente en todas las actividades económicas, en la disponibilidad de bienes y servicios, sobre todo en la posibilidad de competir y de hacer llegar a los consumidores, a los productores, mercados y opciones, como por ejemplo en la variedad y en la calidad de mercancías, esto también es fundamental, y por supuesto tiene una influencia de gran importancia en el empleo, los salarios, la inversión, la productividad y la transferencia de tecnología.

Miren, de repente satanizamos mucho lo que ha ocurrido y es que probablemente poco entendemos de lo que ha pasado. Cuando se hablaba del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pues parecía como si México fuera a desaparecer. Lo cierto es que hoy en la enorme relación comercial que tenemos con Estados Unidos, tenemos un superávit de más de cien mil millones de dólares. Y esto es un dato sumamente rescatable, más si nos ponemos a pensar que en aquel entonces el 86 por ciento de nuestro comercio era el petróleo. Y por aquí veo a personas sumamente jóvenes, así es que tampoco se acordarán de eso, pero hay algunos otros que pues por algo se acordarán.

Nosotros vivíamos en un entorno, cuando estábamos en Secundaria, en las que se decía que en el mundo solamente había dos tipos de países, los que tenían petróleo y los que no tenían, y que México tenía petróleo y le tocaba administrar esa riqueza, pues sí, era el 86 por ciento de nuestro comercio.

Hoy exportamos más petróleo y no representa ni siquiera el 16 por ciento de ese comercio que nuestro país tiene, para que nos demos cuenta de cómo el país ha cambiado.

Y hoy, como ya lo había anotado también Francisco y Beatriz, México exporta, en lo que se refiere a manufacturas más que toda Latinoamérica en su conjunto, es más, digo, para que lo entiendan más claro, más que Brasil, que Argentina, que Chile, y así me podría ir con todos los países de Latinoamérica y Centroamérica y el Caribe, todos incluidos, pero parecido de otra forma, México exporta el 65 por ciento de todas las exportaciones de manufacturas de Latinoamérica, que no es un dato menor.

Es importantísimo lo que nuestro país ha ido haciendo. Es importantísimo lo que se refiere a las cadenas de suministro, comentaba Beatriz, lo que se ha podido construir para que este país que era hace apenas tres años el noveno exportador de automóviles en el mundo, hoy seamos el cuarto, y estemos cada vez más en lo que se refiere a exportaciones de manufacturas de alta tecnología, no nada más de cerámica, que es muy hermosa ¿no? y digo, Beatriz sabe de artesanías y esto, pero realmente antes se nos conocía por esto.

Ahora estamos hablando de exportaciones de alta tecnología también, mismas a las que se refirió ya Francisco.

Otra virtud adicional de comercio exterior, es que nos obliga a ser cada vez más competitivos, y no hay nada malo en ello, al contrario, es muy importante, porque nos obliga a innovar permanentemente, para estar a la vanguardia.

Miren, las empresas que exportan pagan en promedio hasta un 36, 37 por ciento más de salario a sus empleados, para que veamos la importancia que además tiene esto, la generación de comercio internacional, que es la generación de empleo, por qué es tan importante que nosotros sigamos creciendo.

Aunque la política comercial es una realidad y un vehículo que indudablemente contribuye al desarrollo de los países, para alcanzar todo su potencial, siempre debe ser apoyada y complementada por otras medidas, como la disciplina macroeconómica, el mejoramiento del capital humano, la ampliación y modernización de la infraestructura, el fortalecimiento del estado de derecho y la profundización de la competencia económica, entre otras.

Y eso también requiere el desarrollo del mercado interno, no podíamos crecer solamente en el mercado internacional y no crecer en nuestro mercado interno, y por eso nueve veces más créditos en esta administración que en la administración anterior a las micro, pequeñas y medianas empresas. Por eso la reforma en todo lo que se refiere a hacer menos engorroso, menos difícil la actividad de alguien que quiere hacer negocios, eliminar aproximadamente la mitad de las normas, invertir del tres por ciento al cinco por ciento en materia de infraestructura para hacer a nuestro país más dinámico.

Todas estas cosas también van haciendo a México más atractivo para la inversión y desde luego para las exportaciones. Y también eso es fundamental para que haya más que quieran tener contacto y relaciones comerciales con nuestro país.

Por ello, la implementación de la política comercial debe ser parte de una agenda más amplia, una agenda que atienda de manera integral los factores que propician el desarrollo y el bienestar de la nación, y en eso México, México, lo podemos decir, es no solamente un parteaguas en el mundo, sino un verdadero ejemplo en la actualidad, todo ese manejo responsable de sus finanzas, toda esa forma en la que la economía se ha podido conducir, que en este momento podemos estar hablando, a pesar de que nos falta mucho por hacer, pero podemos estar hablando de generación de empleo, podemos estar hablando de crecimiento, cuando, créanmelo, en países, en países mucho más desarrollados que nosotros no se puede hablar de esta forma, como lo hacemos nosotros en la actualidad.

Junto a los resultados que hemos logrado, aún tenemos frente a nosotros grandes retos y desafíos en materia de comercio exterior. Por ejemplo, debemos lograr que los beneficios económicos del intercambio comercial se distribuyan de una manera más equitativa entre todos los mexicanos. También, es necesario lograr una inclusión cadavez mayor de las pequeñas y medianas empresas mexicanas a la economía internacional; aumentar la presencia de México en las cadenas globales de valor y obtener un mayor beneficio de nuestra participación en ellas.

 

Debemos explorar más mercados y diversificar proveedores, sin miedo, con determinación; ampliar la gama de bienes que se exportan y, sobre todo, enfocarnos hacia la exportación de servicios de alto valor agregado.

 

Todo eso puede hacer México, y tiene que hacerlo. Repito, vamos por buen camino, pero aun nos faltan cosas por hacer. En esto, precisamente, precisamente reside la oportunidad y la importancia de este libro, de esta publicación.

 

Los autores de este volumen abordan todos los temas, documentando las arduas negociaciones comerciales internacionales que hemos realizado durante el sexenio que termina, haciendo especial énfasis en nuestros principales logros y marcando con claridad los grandes desafíos.

 

Créanme que si de algo puedo hablar yo también es de la gran satisfacción que tengo de haber podido trabajar con Beatriz, de verla a pesar de que hubieran momentos muy difíciles con la alegría que la caracteriza, con el ánimo que tiene y con el profesionalismo que siempre ha hecho de ella lo que es: una gran profesional.

 

Realmente ha habido momentos que son muy difíciles en los que si no hubiera sido por esa sonrisa, si no hubiera sido por esa preocupación en pensar en lo que sigue difícilmente hubiéramos podido avanzar.

 

Y yo me siento muy contento porque aunque esas partes no estén plasmadas en el libro, pues en cada una de esas páginas también hay historias muy interesantes de todo, de todo lo que se tuvo que sufrir para que nuestro país esté en las circunstancias en las que se encuentra actualmente.

 

Por ello, la Secretaría de Economía y el Instituto Tecnológico Autónomo de México, en su momento, estimamos pertinente que la coordinadora de nuestro esfuerzo editorial fuera precisamente Beatriz Leycegui, quien, con el apoyo de Ernesto Acevedo, encabezó la iniciativa de crear esta obra. Su compromiso y gran esfuerzo hicieron posible una obra de gran calidad en la que como ya lo comentó Beatriz sobre la aportación de Ernesto, pues es la obra en la que creo que más autores hemos tenido involucrados en una publicación de este tipo.

 

Agradezco también a los organismos internacionales que contribuyeron a la realización de esta obra, así como a las autoridades de los países con los que trabajamos de cerca para profundizar nuestras relaciones comerciales.

Es realmente interesante ver cómo México fue ganando una autoridad, y aquí hay varios miembros del cuerpo diplomático en México que no me dejarán mentir, fue tomando una autoridad incluso como un punto de referencia para el comercio internacional, y eso también es algo que debe enorgullecernos.

 

Estoy seguro de que sus valiosas aportaciones contribuirán a que el lector tenga una perspectiva más completa y objetiva de la evolución y de los resultados de la política de comercio exterior implementada por el gobierno de México en momentos de crisis, en momentos de gran dificultad.

 

Finalmente, quiero agradecer de manera muy especial a Francisco de Rosenzweig y a su equipo en la Subsecretaría de Comercio Exterior por continuar exitosamente el proceso de apertura comercial de nuestro país.

 

Todo esto es un trabajo de equipo que difícilmente se lograría si no se hubiera laborado así. Yo siempre he dicho que es fundamental el poder trabajar con personas a las que uno considere mejores que uno mismo en las diferentes áreas.

 

Es muy importante no tener miedo a trabajar con gente que es mejor que uno mismo en muchas de esas disciplinas en las que nosotros trabajamos. Solamente así podemos poder un techo más alto, solamente así podemos nosotros vencer cualquier arrogancia para darnos cuenta de que siempre hay algo que aprender.

 

Amigas y amigos:

 

El registro del pasado y las memorias de los procesos son imprescindibles para entender el presente y para imaginar y alcanzar eventualmente el futuro.

 

Por eso, yo tengo la certeza de que este libro será una referencia para comprender el proceso económico de México, su integración en los mercados internacionales y para brindar ideas que nos permitan enfrentar los desafíos que tendremos al avanzar por el camino del crecimiento y del desarrollo.

 

Hoy, hoy vivimos en un México muy diferente. Hoy vivimos en un México ejemplar que está realmente teniendo un lugar protagónico en el comercio internacional y depende de nosotros el que esto siga así. Para nosotros, en México la toma de decisiones que se ha venido haciendo en beneficio de participar hoy por hoy como ya lo comentaban quienes me precedieron en la palabra, en las negociaciones más importantes del mundo en lo que se refiere a comercio internacional, también nos significa que México está ahí, y que no podemos nosotros perder los muchos beneficios que se han logrado a través del trabajo que se ha hecho ya por muchos años en esta Secretaría.

 

Yo creo que lo fundamental es que como mexicanos sigamos escribiendo las páginas de los capítulos que habrá por venir, posteriores a esta publicación, y  no me queda más que agradecer, agradecer a todos ustedes su presencia, agradecer al maravilloso equipo de trabajo con el que hemos contado, y por supuesto agradecer a Dios por la oportunidad de haber contado con colaboradores tan maravillosos como los que hay en esta Secretaría, que sobre todo enaltecen con su trabajo diario el nombre de México.

 

Muchas gracias.

 

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